domingo, 6 de diciembre de 2009

Graffiti - qué diría Julio de esto....?

"Toda mirada alude imaginariamente a un deseo. Activa la fantasía. Desencadena figuralmente el fantasma individual o colectivo. El graffiti se exhibe. Quiere ser mirado desde antes de materializarse. Por eso es utópico. Se muestra a la mirada cómplice pero enfrenta a esa otra mirada reglamentada por la moral oficial que "viendo sin ver" pone en marcha un aparato de sanción ético - legal que transforma a estas exhibiciones en escándalos groseros. Escándalo viene de escandir, sajar, cortar.
Así pues, a la representación misma la acompaña un gesto que toma distancia, que demarca antagonismo, que pervierte un orden exterior a la inscripción, que zanja diferencias. Asimismo, desde su fugaz estructuración, el graffiti está anímicamente predispuesto al contacto emotivo con la mirada cómplice que construye. Por eso es expresión, comunicación, pero también combate. El otro lado de la simpatía cómplice es la antipatía que profesa frente a cualquier poder constituído.
Los sectores de la ciudad se configuran como escenarios de irrupción a ser teñidos imprevista y súbitamente en su decorado por las pintas. Estas transforman la escenografía urbana. Distraen y confunden a los actores, desfiguran la rutina de sus recorridos espaciales, les imponen otro ritmo, reinvindican el azar y el asombro frente a lo obligatorio y el aburrimiento. El sujeto productor está harto de que nada ocurra, de que nada cambie. Está asfixiado por el dogma, por el tabú; por eso restituye lo siniestro, desoculta lo soterrado, expresa lo "bajo", exalta lo sexual, festeja lo marginal. De ahí que el destinatario no puede ser indiferente: la pinta genera rechazo, asco, polémica, risa o adhesión; en suma, mueve, remueve, conmueve."




Oscar Quezada
"Los tatuajes de la ciudad: Graffiti en Lima"
Cultura y Sociedad S.R.L.
Lima, Perú - 1998

lunes, 17 de agosto de 2009

Una vez al año, a veces...

A veces no hay de qué hablar, a veces julio me quita el habla
A veces parece como si quisiera decir algo, solo a veces
A veces en una clase aprendo más de lo que dice un texto
A veces observo, otras me callo, a veces quiero decir algo
A veces estoy sola y me gusta eso...he aprendido a disfrutarlo
A veces me gustaría que todo sea más lento
A veces quiero congelar el tiempo un ratito, para ver qué viene después
A veces quiero colorear, pero no siempre hay tajador
A veces me siento sola, y eso ya no es tan bonito
A veces lloro sin motivo
Solo porque sí
Solo porque es julio

La lección universitaria

"Todo lo que existe en el presente precede del pasado, y no importa cuán nuevo y único parezca serlo, lleva algo del pasado con él

...
...
...
Las preguntas podrían continuar; las respuestas están escritas en alguna parte en el registro del pasado.

[...]

De hecho, la gente que piensa que la Historia es irrelevante corre el riesgo que la Historia haga ese juicio de ellos."




Fragmentos de: Jules R. Benjamin, "A Student's Guide to History". Boston: Bedford Books, 1998. Traducción de Pedro Guibovich

viernes, 19 de junio de 2009

FC - JA - HB - ZVGG - BC



Por fin las palabras que solo producían un sonido

Empiezan a tener sentido

miércoles, 17 de junio de 2009

Hemisferio norte

Foto: Robert Doisneau




Me moría por agarrar piedras mojadas y tirarlas al río
Escuchar los sonidos, observar cómo se hundían.


No encontraba esas piedras mojadas...
ni siquiera piedras para mojarlas yo.


Levanté la mirada;
a algunos metros el río se las llevaba.
Se estaba llevando esas piedras que yo quería arrojar.


En qué momento las lancé?
En qué momento las agarré?


Nada de eso importa.
Importa que ya lo había hecho.
Esas piedras mojadas podrían ahora estar en el río.
Eso era lo lo mejor para ellas, y para mí.



jueves, 4 de junio de 2009

Retro - spectiva



Hoy miro para atrás, y me da risa haberlo pensado antes como una catástrofe.
No era tan malo, pero en el momento...nunca puedo observar con claridad.

Hoy sí es una catástrofe.

Mañana me va a dar risa.


Mañana, sí.

Mañana...



Qué pena que las horas pasen tan lento.

viernes, 22 de mayo de 2009

Boys don't cry

Tenía ganas de llorar
Pero desde niño escuchó que "los niños no lloran".
Y esa pequeña frase lo marcó.
Y nunca lloró, ni siquiera a escondidas, por muchas ganas que él tuviese de hacerlo, y de sentir que su tristeza - ira - pena - rencor -dolor - furia - angustia se transformaba en lágrimas que abandonaban su cuerpo.
Así fue que este hombre nunca conoció el sabor de una lágrima.
Como todos, él murió.
En el ataúd, había más que un cuerpo inerte; había una mezcla de emociones. Entre sus venas sin sangre, se filtraba desde el dolor que le causó perder su carrito de madera que su padre le fabricó, hasta la muerte de su madre, pasando por las penas de amor, y sus frustraciones adolescentes.
La gente lloraba su muerte, y él, desde su ataúd, observaba con envidia estas lágrimas. Todos hacían algo que él no podía hacer; aunque en el fondo, ni siquiera estaba seguro si es que lo quería hacer. Cuando todos se fueron de su velorio, y apagaron las luces...soltó mecánicamente una única lágrima. Se sintió feliz. Nunca más pudo llorar. Cerró los ojos. Nunca más pudo llorar.